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Polipos

Una parte de tejido endometrial sobresale hacia la cavidad uterina.

Polipos

El síntoma más común de la existencia de un pólipo uterino es el sangrado, aunque a veces son asintomáticos.

¿Qué sabemos?

Los pólipos endometriales aparecen al proliferar una zona de la capa basal del endometrio, la cual no sufre cambios por las hormonas del ciclo menstrual ni se desprende en cada menstruación.

La capa externa endometrial (el endometrio funcional) se desprende en cada menstruación. De este modo, la capa basal endometrial con el pólipo queda en el útero y continúa creciendo e individualizándose.

A pesar de que se han propuesto varios mecanismos para la formación de los pólipos, las causas exactas no se conocen con exactitud. No obstante, se sabe que los pólipos tienden a crecer cuando los niveles de estrógeno en sangre están elevados.




¿Qué podemos observar?

Existen una serie de factores que pueden incrementar el riesgo de tener un pólipo uterino. A continuación, se enumeran todos ellos:


  • Concentración elevada de estrógenos.

  • Anovulación crónica, es decir, tener ciclos menstruales sin ovular.

  • Insuficiencia lútea o producción insuficiente de progesterona por el cuerpo lúteo.

  • Edad de la mujer, ya que hay mayor riesgo de desarrollar pólipos endometriales especialmente entre los 40 y 65 años.

  • Uso de tamoxifeno, un fármaco utilizado en el tratamiento del cáncer de mama.

  • Inflamación crónica uterina.

  • Tratamientos hormonales en mujeres postmenopaúsicas.

  • Obesidad e hipertensión arterial.

  • Algunas enfermedades genéticas no muy comunes, como el síndrome de Lynch o el síndrome de Cowden.


Por otra parte, también parecen existir una serie de factores protectores que pueden disminuir la probabilidad de que se desarrollen pólipos debido a su efecto antiestrogénico en el endometrio.


Tipos de pólipos uterinos según su forma: sésiles y pediculados


Por un lado, están los pólipos pediculados que tienen un tallo de implantación más estrecho. En cambio, los pólipos sésiles presentan una base de implantación más ancha, por lo que son pólipos más planos que los pediculados.






Otra clasificación de pólipos es la siguiente:


  • Funcionales, funcionantes o típicos: presentan un aspecto similar al endometrio normal. Pueden presentar cambios proliferativos o secretores. En función de qué predomine en su composición (componente glandular o estromal), los subdividimos en glandulares, fibroglandulares y fibrosos.

  • Quísticos: surgen de la quistificación de los pólipos glandulares.

  • Hiperplásicos: tienen cambios similares a los de la hiperplasia endometrial. Los pólipos endometriales hiperplásicos sin atipias son benignos. Si presentan atipias, se consideran precancerosos.

  • Atróficos: son los que frecuentemente encontramos en las pacientes menopaúsicas.

  • Malignos: las células del pólipo pasan por un proceso de malignización y son cancerosas.


¿Cómo se expresa y nombra un desequilibrio?

  1. Normalmente, los pólipos pequeños son asintomáticos y la mujer no se percata de que los tiene. Esto es lo que ocurre en el 50% de los casos.

  2. Cuando el pólipo crece y es sangrante, aparece su síntoma más característico: la hemorragia abundante durante la menstruación: hipermenorrea.

  3. El sangrado entre menstruaciones, metrorragia, también es un síntoma común de los pólipos endometriales e incluso las hemorragias tras mantener relaciones sexuales. Se cree que el 10-30% de los sangrados irregulares están relacionados con la presencia de pólipos endometriales. De hecho, son la causa principal en la etapa cercana a la menopausia.

  4. Otro de los síntomas que puede presentar la mujer es anemia debida a las frecuentes y abundantes hemorragias provocadas por los pólipos, así como dolor debido a la dilatación cervical.

  5. Además, la existencia de pólipos uterinos pueden afectar a la fertilidad, ya que están relacionados con problemas para conseguir y mantener el embarazo.


Posibles tratamientos:


Los pólipos generalmente son encontrados por el ginecólogo en las revisiones rutinarias mediante ecografía transvaginal. No obstante, para confirmar la presencia de pólipos en el útero, el especialista puede solicitar las siguientes técnicas complementarias:


  • Histerosonografía (o hidrosonografía): consiste en realizar una ecografía transvaginal añadiendo vía vaginal una solución salina o suero estéril para despegar las paredes internas del útero y tener una mejor visión del pólipo.

  • Histeroscopia: cirugía menor ambulatoria consistente en introducir un endoscopio, el cual posee un pequeño material para operar, junto con una luz y una pequeña cámara dentro de la cavidad uterina. De esta manera, obtenemos una imagen digital del interior de la cavidad. Se puede realizar con anestesia local o sin ella.



El método de elección para confirmar el diagnóstico es una histeroscopia, la cual permite a su vez hacer una biopsia del pólipo, o la extirpación o resección del mismo (polipectomía mediante histeroscopia quirúrgica).


  • ¿Los pólipos uterinos afectan a la fertilidad?

Los pólipos pueden ser una causa de infertilidad en la mujer, impidiendo la implantación del embrión o bien provocando abortos espontáneos.

El mecanismo exacto por el que los pólipos uterinos causan estos problemas a la hora de concebir no se conoce. Se sospecha que los pólipos afectan al desarrollo endometrial al provocar sangrados y crear un ambiente poco apropiado para que se dé la implantación embrionaria, afectando, por tanto, a la receptividad endometrial.

También se ha visto que las pacientes con pólipos tienen aumentada una proteína que inhibe la unión entre el óvulo y el espermatozoide: la glicodelina. Por esto, otro paso que puede estar alterado es la fecundación.

Entre un 15% y 32% de mujeres con problemas de esterilidad presentan pólipos en su útero. Los pólipos pequeños, de menos de 2 cm, no disminuyen las tasas de embarazo en pacientes de tratamientos de fecundación in vitro (FIV), pero sí que triplican las tasas de aborto. Por eso, la restauración de una cavidad uterina normal puede ser un factor importante para aumentar las probabilidades de éxito de estas técnicas.


  • ¿Cómo es el tratamiento para los pólipos uterinos?

Cuando los pólipos endometriales aparecen en mujeres premenopáusicas y son totalmente asintomáticas, se suele optar por realizar controles ecográficos para valorar el crecimiento del mismo.

La polipectomía se emplea ante cualquier pólipo endometrial que presente síntomas y se aconseja la extirpación de éstos cuando son de más de 1 cm, aunque la paciente no describa ninguna manifestación. El principal motivo por el que se opta por esta alternativa es que este tipo de pólipos pueden convertirse en cancerosos.

Habitualmente, se recurre a la extirpación de pólipo uterino mediante histeroscopia. Pese a ello, existen otras formas terapéuticas para los pólipos endometriales.


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