El VPH se trata de diferentes grupos de virus ADN. Existen alrededor de cien tipos clasificados en dos grupos: de bajo y alto riesgo. Existen muchos tipos que solo llegan a afectar la piel y las mucosas, que pueden sanarse dentro de un corto periodo de tiempo. Sin embargo existen otros virus de alto riesgo que implican células precancerosas. En esos casos, el tratamiento puede durar desde un par de meses hasta años. No todas las lesiones precancerosas podrían transformarse en un cáncer de cervix. De todas maneras, resulta efectivo tratar las lesiones a tiempo y comprometerse a un seguimiento continuo.
Síntomas
Al no causar síntomas evidentes el VPH suele no ser detectado ni tratado de manera oportuna existen exámenes específicos como el pap que las mujeres debemos realizarnos de manera frecuente para detectar alguna anomalía Asimismo la práctica autorrealización periódica con un espéculo nos ayuda a estar atentas de síntomas extraños como lesiones manchas o verrugas existe un método casero examen preventivo muy eficaz que podemos realizar en nuestro hogar.
¿Cómo se diagnostica?
PAP y Colposcopia
Biopsia.
Podría determinarse el tipo de cepa con un análisis de cepas
¿Cómo afecta al bebe en el evento sexual del nacimiento?
Se puede contagiar un bebé en gestación a través del canal de parto o más aún si rompen prematuramente las membranas durante el TP, aunque el riesgo es bajo.
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Tratamiento médico
Las células anormales y cancerosas son tratadas por la medicina convencional a través de un simple procedimiento cauterizante o por congelación (crioterapia)
Si las lesiones persisten o se agravan y dependiendo del grado del virus; si existen células alteradas verrugas y/o lesiones se pueden eliminar quirúrgicamente utilizando diferentes métodos láser:
Cirugía (Conización)
Destrucción del tejido por frío (Crioterapia) El objetivo es eliminar la zona en la que aparece la lesión.
NOTA
Las lesiones son extirpadas solo de manera superficial por eso es recomendable conectar con el padecimiento de manera integral para solucionarlo de raíz debido a que siempre puede volver a aparecer
Tratamiento complementario para la cura
Evitar el estrés en el ritmo cotidiano
Realizar ejercicio físico (tres veces por semana)
Descansar entre 6 y 8 horas diariamente
Depurarse a partir de una dieta rica en frutas y verduras crudas.
A través de la ingesta de plantas medicinales aplicarse baños de asientos, mover la útera, danza de vientre, danza circular.
Conectarse con la matriz, respiración ovárica y meditación del útero.